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Árbol de Navidad

La Navidad no sería los mismo sin los árboles de Navidad. En las calles, en los hogares, en los comercios y en muchos sitios públicos, el árbol de Navidad es un elemento decorativo imprescindibles en las fiestas navideñas. En Nueva York, durante las fiestas, el enorme y lumonoso árbol de navidad del Rockefeller Center es el sitio más visitado por los turistas. Incluso muchas ciudades compiten por tener el árbol de Navidad más grande del mundo.


Comprar el árbol de Navidad no es una tarea fácil. Los hay de muchos tamaños y materiales diferentes. Al margen de los auténticos, hay árboles de Navidad artificiales; de plástico, de papel, de  materiales reciclados e incluso de tela. Éstos últimos suelen ser los más económicos.  Además hay que adornarlos. En la actualidad, podemos encontrar una gran diversidad de objetos, sin embargo los elementos decorativos tradicionales son las bolas, los lazos, la estrella y la iluminación. En los últimos años, se han puesto también muy de moda los árboles de navidad nevados.


Los orígenes del árbol de Navidad están llenos de historias y leyendas muy diversas. Se cree que el primer árbol de Navidad, tal y como lo conocemos en la actualidad, apareció en Alemania en 1605. George III, coronado como soberano de Inglaterra, en 1762, y su mujer, la reina Charlotte, oriunda de Alemania, fueron los primeros en adornar su palacio con un abeto doméstico, aunque no fue hasta medio siglo después, cuando la alta sociedad inglesa cayó hechizada por la idea de reproducir, en sus casas, lo que sus ojos habían visto en el palacio de Windsor.